"500 AÑOS DE LA REFORMA LUTERANA".
¿QUE ES LA REFORMA LUTERANA O PROTESTANTE?
Los últimos años hemos sido testigos como se multiplican las “protestas” a nivel mundial por los diferentes problemas sociales existentes en las diferentes sociedades. Muchos de estos temas tienen su origen en la cosmovisión que dirige las decisiones individuales y colectivas, generando sociedades más o menos abiertas. Una figura histórica asociada a la “protesta” en contra de los poderes políticos y religiosos, que en su tiempo oprimían al pueblo, fue Martín Lutero. Este año se celebra la publicación de sus 95 tesis el 31 de octubre de 1517, fecha cuando las clavó en la puerta de la iglesia de Wittenberg.
Cuando Martín Lutero expuso sus renombradas tesis, dio inicio a un proceso reformador imparable de la Iglesia Cristiana Occidental que conocemos como "Reforma Protestante”. Este acontecimiento histórico será muy importante por las consecuencias que tendrá para toda la cristiandad y el mundo occidental. Ya en el siglo XIII, la inmoralidad y la enorme riqueza, poder e influencia política de la Iglesia, se habían hecho muy evidentes, propiciando el resentimiento del campesinado y reproches de diversos reformistas en toda Europa.
En el Concilio de Constanza (1414-1418) se debatieron ambiciosos programas de reforma interna, pero se fracasó pues no se consiguió el apoyo necesario. Asimismo, Lutero sólo deseaba una “reforma menor” de la Iglesia “desde dentro”, pero al no lograrlo tuvo que negar la autoridad del Papa y fue por eso excomulgado.
Lutero era un monje Agustino y profesor de teología en la Universidad de Wittenberg. Así llegó, por motivos de conciencia y basándose exclusivamente en la Biblia, a la convicción que la Fe, entendida como confianza sólo en Jesús y su obra, era la única forma para alcanzar la Salvación y la Vida Eterna. Quedaba, de esta forma, excluida la intermediación de la iglesia, de santos, de ángeles y cualquier otro ser o institución en la relación personal entre Dios y cada persona. En esta relación sobrenatural no hay diferencias de género, de edad, condición social, económica, educación o estado alguno, pues se basa solamente en el amor perfecto de Dios.
Se consagraba así el "sacerdocio de todos los creyentes", entendido este como la igualdad espiritual de todos los cristianos y la vocación de todos para contribuir a la iglesia y a la sociedad sin discriminaciones. Consecuencias de esto fue la definición del Culto Cristiano como instancia de adoración con música colectiva (de J.S. Bach y otros) y la enseñanza Bíblica, la alfabetización masiva de la Europa Reformada y la participación democrática del pueblo en todo tipo de materias.
Al reconocer a la Biblia como única fuente de enseñanzas y traducirla al alemán, Lutero llegó a reafirmar doctrinas centrales del cristianismo original como: la Trinidad, el Bautismo, la Cena del Señor, la Resurrección en Cristo, y la Justificación de los pecados por la Fe en la Gracia de Dios y no producto de las “buenas obras”.
Lo que partió el 17 de octubre de 1517, como una invitación a la discusión de ciertos temas, se transformó en una Reforma que se vive hasta el día de hoy al establecer las bases teológicas y filosóficas modernas, entre las cuales están: la independencia política, cultural y religiosa, el desarrollo democrático y de las lenguas nacionales y estimular la educación, el trabajo y la responsabilidad social y cívica.
No obstante lo anterior, el logro más importante de la Reforma “Protestante” es que hoy sabemos que en cualquier lugar y tiempo podemos alzar sin problemas nuestras miradas al cielo y orar libremente al Dios Trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo.